lunes, 12 de septiembre de 2016

Perlas de amanecer. 1982.

Este fue el resultado de quitarle las cabezas a los retratos del trabajo anterior (que se verá en la siguiente entrada). Me encantaba el interior de esos retratos de biblioteca, que así los llamé, que era como un intertexto, como un buceo por el personaje totalmente imaginario. Así que el paso siguiente fue ese: olvidarme del personaje y acceder a su ser interior, más o menos. Ya sabes que yo no pienso mucho cuando estoy pintando. Es más, me gustaría no pensar nada, que el trabajo saliera completamente de dentro y de abajo. Que el conocimiento (lo conocido), que es el padre del pensamiento, estuviera lo bastante triturado en mi interior para que pareciera otra cosa, algo más mío. No parece del todo posible pero estoy en ello. La percepción actual de mi trabajo es eso, actual. Así que tan poco precisa, o menos,  que la que puedas tener tú.
Así nació mi inicio en la abstracción, o como queramos llamar a esto que hice allá por 1982.
Eran tintas sobre papel. Y las mostré en 1984 junto con los Acuarios... y algunas contrucciones de madera pintadas. Todas ellas miden 81x62cm.






































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