jueves, 18 de septiembre de 2014

Nova Exprés. Pintura (1992).

Retomo mi viaje.
Lo que os muestro son las fotos del trabajo que enseñé por primera vez en 1992 y que, probablemente, es la que más cantidad de obras tenía de todas las exposiciones  individuales que he hecho hasta ahora. También  fue la primera en la que la diversidad de técnicas empleadas era la protagonista. Había mucha pintura, pero también collage, escultura, vídeo y música (compuesta e interpretada en equipo con Rodrigo Tapias y que se podía escuchar en la sala). Incluso un amigo jovencísimo (José Ramón González, 17 años) nos dio un concierto de piano con temas que compuso, influenciado por mi obra, en un proceso de creación paralela.
En esta primera parte os enseño la pintura. Se trata de una faceta más de la ensalada de imágenes, de ese proceso en el que reúno  imágenes descontextualizadas. Cada temporada de trabajo supone una evolución técnica. En este caso la ensaladera era más una atmósfera en la que pululaban diversas imágenes trabajadas con óleo pero como si fueran realizadas con tinta o lápiz para un cómic o cartel, usando la línea clara y, en algunos casos, coloreándolo después. Es una técnica que he utilizado y utilizo mucho desde entonces, aunque se haya ido enriqueciendo. El aire lo creaba un pollock que previamente había pintado. En realidad luego, cuando vi como pintaba Pollock en un documental y posteriormente en una película de ficción, me di cuenta de que no le había imitado en la forma de hacerlo: yo era pura acción, con un bote de pintura en una mano y un destornillador en la otra, dando vueltas frenéticamente alrededor de la o las telas en el suelo, y lanzando con mucho brío la pintura a los lienzos con el destornillador. Él era mucho más pasivo y lo que yo hice era infinitamente menos cargado. Me encantó hacerlo, me gravé en video, y pensaba que lo había hecho como él. Pero no.
Y en ese fondo, muy blanco a pesar de todo, iba depositando las imágenes intuitivamente, sin normas, de manera automática, como ya lo había hecho en el quehacer anterior, sin un sentido concreto, experimentando a ver qué pasaba. Y pasaba. Porque lo más interesante era (y es) que para cada observador ocurrían cosas distintas



 Bancos de magnetófonos de carne tumefacta. 65x100cm.

 Cuchillo de pan en el corazón. 64x87cm.

El mortífero virus silencio. 114x146cm.

Hidráulicos siglos vegetales. 81x116cm.

Mano de viento hasta la empuñadura. 81x116cm.

Mano de viento. 90x125cm.

Mañanas desconocidas arrojan lluvia en telarañas. 90x125cm.

Mañanas desconocidas arrojan lluvia. 90x125cm.

Mañanas desconocidas. 114x146cm.

Relámpago fisura de rabia metálica. 65x100cm.

Relámpago fisura de rabia. 81x116cm.

Relámpago fisura. 81x116cm.

Sorbiendo médula espinal con pajas de alabastro. 65x100cm.

Sorbiendo médula espinal. 65x100cm.

Veneno de sol muerto fundiéndose en humo. 114x146cm.

Veneno de sol muerto fundiéndose. 64x71cm.

Veneno de sol muerto. 90x125cm.

Veneno de sol. 60x73cm.

Cuchillo de pan. 114x146cm.