miércoles, 19 de marzo de 2014

Rincones de la memoria de Marzauán 2. (1997)

En la segunda entrega de esta serie os mostraré un texto que escribí también en Septiembre de 1996. Habla de la influencia de la fotografía en la pintura. Yo he usado y uso la fotografía como modelo desde 1985, aproximadamente, como creo que ya he comentado en este blog. Y comencé a hacerlo porque me parecía que la realidad por sí sola no bastaba, que la realidad vista desde la óptica fotográfica reflejaba mejor la forma de mirar, que el ojo de la cámara era selectivo, descontextualizaba, elegía, y eso me interesaba. La realidad estaba manipulada y esa era la gran cualidad de la realidad que nos llegaba.
Esto que digo ha cobrado un protagonismo inusitado desde la aparición de la Internet. Es más importante que alguien te diga algo en las redes sociales que personalmente. Se agradece más la foto por esos medios que la visión real y en directo. Ya pasaba con otras realidades, pero ahora sucede con las más personales.
El texto que sigue, como casi todos los que recuerdo aquí, está escrito para mí. Nunca tuvo intención de ser publicado. Son reflexiones por escrito. Y me apetece transcribirlo tal cual lo escribí en su momento.

Ya se ha escrito, aunque quizá no lo suficiente, sobre la recíproca influencia (a veces sufrida y otras gozada) entre pintura y fotografía, desde los comienzos de esta última hacia 1839 (siendo muy rigurosos).
También se ha escrito y hablado lo suyo sobre la muerte de la pintura. Y también sobre la liberación (?) de esta de la representación figurativa.
Lo cierto es que ha llovido mucho y se sigue pintando (a pesar del intento sucesivo de desprestigio por parte de artistas que utilizan otros soportes y de muchos otros personajes del mercado: comisarios, galeristas, directores de museo, etc.) y, por supuesto, se sigue pintando de maneras más o menos figurativas (y en este caso las críticas negativas han sido más abundantes desde diversos frentes).
Obviamente yo no entro en esas discusiones que me parecen más los codazos que se propinan  profesionales que compiten en un mismo mercado, que un debate serio. Si cada persona es única e irrepetible, también lo es cada artista y su visión de las cosas.
En cambio si que me apetece recordar muy brevemente la utilización de la fotografía por parte de pintores, de forma más o menos velada o claramente como método de trabajo.
Se ha utilizado la fotografía:
-Como auxiliar de trabajo, similar al boceto o estudio previo.
-Como fuente de inspiración compositiva, temática e iconográfica.
-Como procedimiento técnico para manipularlo artísticamente.
-Como medio de reproducción para propagar obras sin soporte tradicional.
-Como medio de conocimiento de una realidad no conocida directamente por el pintor.
Desde Ingres y Delacroix, pasando por Bacon hasta nuestros días, se ha utilizado como inventario general de lo conocido y lo desconocido hasta entonces. Álbumes, libros y periódicos o revistas se han convertido en diccionario, fuente informativa y recordatorio-memoria.
Ya los impresionistas utilizaron los defectos fotográficos como fundamento de su estilo. Y sería interminable hablar de las transformaciones espaciales, de la captación del movimiento, etc.
En fin, en la actualidad es raro el pintor que no haya utilizado con diversos fines al menos alguno de los elementos integrantes del proceso fotográfico. La realidad fotográfica se ha hecho tan cotidiana que ha llegado a superar a la propia naturaleza. Ha suplantado también, en gran manera, a la experiencia directa como medio de conocimiento.
El pop-art, y luego el hiperrealismo, son los momentos de máxima intensidad de la apropiación fotográfica de la pintura. Las tendencias conceptuales fueron asimilando totalmente el medio en término de ruptura con la pintura.



 Ni son todos los que son ni están todos los que están (o como se diga). 35 lienzos al óleo de 33x24cm. Instalación con medidas variables.

Bésame tonto.Óleo sobre tabla. 64x158cm.

Atardecer mediterráneo. Óleo sobre lienzo. 81x116cm.

Faz desolada (después de Chesley Bonestell). Óleo sobre lienzo. 40x80cm.

Nómadas. Óleo sobre lienzo. 81x116cm.

Acoso. Óleo sobre lienzo. 81x60cm.

Caribe. Óleo sobre lienzo. 116x81cm.

Ensayo sobre voyeurisme (después de Newton). Óleo sobre lienzo. 81x60cm.

Músicos. Óleo sobre lienzo. 81x60cm.

Rey de luz. Óleo sobre lienzo. 116x81cm.

Unicornio. Óleo sobre lienzo. 60x81cm.

Identidad. Óleo sobre lienzo. 81x60cm.